Friday, October 19, 2012

Los hermanos Menéndez Romero


Los hermanos Menéndez Romero fueron hijos de Carlos Ricardo Menéndez González y nietos de don Antonio Menéndez de la Peña.

El jueves 23 de octubre del 2003, el Diario de Yucatán publicó la siguiente nota especial:

La reina madre de la renovación preside a los invitados de honor

Presentación de la nueva imagen del Diario

Carlos Ricardo Menéndez González,
fundador del Diario de Yucatán
El Diario reunió en un desayuno a su personal de administración y publicidad para ponerlos en contacto directo con los antecedentes, las razones y los objetivos de la nueva imagen que estrenamos en nuestra edición de anteayer martes 21 de octubre.

Hicimos el contacto con dos pláticas, ambas ilustradas con vídeos, y la proyección de una película, recién filmada, sobre la historia del periódico desde su fundación en 1925 hasta la modernidad de 2003.

El periodista centroamericano Fernando Leñero señaló a nuestros compañeros de trabajo su papel principal en la renovación. Con ellos es un éxito. Sin ellos es imposible.

Ingeniero, maestro en ciencias, ex gerente general y vicepresidente de la empresa editora de “La Nación” de Costa Rica, Fernando Leñero está en el consejo directivo de “Innovation”, la firma transcontinental de expertos en periodismo contratados para asesorarnos en la tarea del cambio.

Nuestro director general abrió el programa con un discurso que abordó, en términos generales, los conceptos que recogemos en la siguiente versión, que incluye varios que fueron suprimidos por razones de tiempo:

“No hay que ver ni sentir el cambio con miedo. En 'El gatopardo', obra fundamental del novelista italiano José Tomás de Lampedusa, se aconseja al Príncipe que es necesario cambiar para seguir siendo el mismo. Es lo que buscamos en el Diario: cambiar para ser los mismos. ¿Quiénes son los “mismos”? Los mismos son los invitados de honor a esta reunión: don Carlos R. Menéndez González, nuestro fundador, y sus hijos los hermanos Menéndez Romero. Los presentaré.

Rubén Menéndez R.
RUBÉN: El gerente general. El hermano mayor. Poder Ejecutivo, Poder Legislativo y Suprema Corte de la familia. Dueño de la última palabra. Querido, admirado, respetado por todos. Su esposa: Mercedes Castro Cámara.

Lo representan esta mañana sus hijas Gilda de las Mercedes de Solís e Iselda Beatriz de Muñoz con su esposo: el comisario perpetuo de la Compañía Tipográfica Yucateca, editora de este periódico. Doctor de abuelos, padres, hijos y nietos. Médico de media Mérida —la otra mitad no estaba enferma—. Si alguien me pide que defina a un amigo del alma, lo hago con tres palabras: Jorge Muñoz Rubio.

Abel Menéndez R.
ABEL: Don Carlos comentó una vez: “Yo puedo firmar con los ojos cerrados todo lo que escriba mi hijo Abel”. En su testamento lo nombró sucesor suyo como director del Diario. Casado con María Navarrete Ruz.

Lo representan aquí sus hijos Abel Ricardo, segundo sucesor de don Rubén en la administración; Berta Noemí, esposa de fraternal representante de nuestra vieja guardia, Humberto Cámara Rivas, y María Teresa de Franco, casada con nuestro redactor Gustavo Franco Holguín.

FLORA: Apacible, serena, sensata. La prudencia en persona. Confidente de la familia. Profesora. Maestra sin día libre del idioma: “Niño, esa palabra no se usa así... Esa coma está mal puesta”. Siempre sospeché que ella le corregía sus editoriales a don Carlos. Su esposo, Nicolás Moguel Ruz, era un hombre recto, íntegro hasta la pared de enfrente, como dicen los cubanos. Cajero general de la compañía hasta su muerte en 1948.

Lo representa, con su esposa María Cristina Velázquez Victoria, su hijo Nicolás, nuestro especialista en asuntos religiosos.

Mario Menéndez R.
MARIO: Para describirlo con exactitud lo mejor es ir al béisbol cubano y recordar a uno de sus astros: Martín Dihigo. Pítcher y cátcher, primera, segunda y tercera base, short stop, jardinero izquierdo, central y derecho. Le decían “el hombre novena”. Eso era don Mario: el hombre novena del periódico. Reportero, cronista, editorialista, artista de la prosa que escribía y opinaba con autoridad sobre ajedrez, toros, béisbol, boxeo, cine, teatro, música, política, historia, literatura... Afinaba el texto de las noticias, les ponía título, las tecleaba en el linotipo y las formaba en la página. Era un espectáculo verle las manos volar sobre el teclado, como pianista en una sonata de Beethoven. Su esposa: Pilar Rodríguez Cantillo.

Lo representan su hija María del Pilar —escribe en el Diario— y esposo Manuel Triay Peniche, columna de la Redacción.

Antonio Menéndez R.
ANTONIO: Estrella del béisbol. Ocho cilindros en cada pierna. Jardinero izquierdo y primer bate de los “Niños Bien” del equipo “Mérida”. Dejó el diamante para aprender a armar y desarmar una rotativa. El tiro del periódico era impensable sin la presencia de don Antonio para darle la vuelta final a una tuerca o el último ajuste a un tintero. En los bailes de fin de año en el Country Club se salía a las tres y media de la mañana para estar a las cuatro al pie de la rotativa vestido de “smoking”. Yo lo vi. Rey del fotograbado en Yucatán. Hacía desde las fotos de la página de sociales hasta los clisés para las etiquetas de las botellas de cerveza Carta Clara. Su esposa: Lina Torre Palma.

Lo representan su hijo Jorge Carlos, periodista, experto en béisbol, y uno de sus nietos, el sacerdote de la familia, el Padre Jorge Carlos Menéndez Moguel.

Salvador Menéndez R.
SALVADOR: Profesional del linotipo. Sucesor de don Nicolás al frente de la tesorería de la empresa. Especialista de las relaciones públicas. Casado con Irma Cervera Marín.

En representación de doña Irma, algo delicada de salud esta mañana, tenemos, con su esposa María del Pilar Peniche Gamboa, a su hijo Salvador, que ha sido nuestro compañero de trabajo en las rotativas y el departamento de circulación y transporte.

Gloria Menéndez R.
GLORIA: Mecanógrafa y taquígrafa, secretaria de su padre y su colaboradora en asuntos especiales. Con un lápiz grueso, la mitad azul y la mitad rojo, don Carlos marcaba personalmente, en los grandes libros de la colección del Diario, las noticias que publicábamos en “La semana hace 50 años”. Doña Gloria ponía el volumen en un atril y las escribía. Llegó a ser una fuente de consulta en cuestiones de historia. Casada con Manuel Cárdenas Berny, maestro de odontólogos. Caballero sin excepciones. No tuvieron descendencia.

No me olvido de don Carlos. Me limito a recordar que es el yucateco del siglo XX. Fue el hombre más importante del Estado en los cien años, apoyado en su esposa Flora Romero Rodríguez. Los representa, lo anuncio con emoción, su hija Gila, casada con Joaquín Acevedo Ruiz del Hoyo, jurisperito, hombre de pro, abogado del periódico hasta su fallecimiento en 1978.

Ángela "Gila" Menéndez R.
GILA: Única que vive de los ocho hermanos Menéndez Romero. Único testigo superviviente de la fundación del Diario de Yucatán. Tenía 15 años y estaba al lado de su padre cuando nació el periódico. Hoy está aquí: allá, vestida de azul. Tiene en los ojos una chispa, en los labios una sonrisa, en la conversación una gracia, en su personalidad un cascabel... chispa, sonrisa, gracia y cascabel que la hicieron, como lo es hoy, la reina de la simpatía en la familia Menéndez Romero. Yo la nombro reina madre de la renovación de Diario de Yucatán.

Don Carlos y los hermanos Menéndez Romero nos enseñaron lo que sabemos. Aspiramos a ser hoy, en un tiempo distinto, lo mismo que ellos fueron en una época diferente. Nos renovamos porque queremos seguir siendo en el siglo XXI lo que ellos, nuestros invitados de honor, fueron en el siglo XX. Cambiamos para ser los mismos.

Lope de Vega dijo que la mejor discreción es acomodarnos a los tiempos que vivimos. Enseguida les van a explicar cómo nos acomodaremos. El siglo XX se retira ahora y le cede la palabra al siglo XXI.

Al concluir este discurso de apertura, Jorge Rivas Cantillo, director de arte, y Carlos R. Menéndez Losa, director editorial y presidente del comité del cambio, expusieron, en palabra y gráfica, la causa, la forma y el fondo de la renovación. Mary Lis Cervera Ceballos de Rodríguez, de Relaciones Públicas, cumplió con acierto el papel de maestra de ceremonia.

Durante la sobremesa, doña Gila escogió, en su memoria privilegiada, algunas anécdotas relativas al Diario y puntualizó que ella también ayudó como secretaria a su padre y fue, antes que su hermana Gloria, la encargada de hacer, en el local del periódico, La semana hace 50 años.

Nota del administrador de Los Menéndez en Yucatán: El retrato de Carlos R. Menéndez González se encuentra disponible en la Wikipedia y diversas fuentes. Las fotos de sus hijos Rubén, Abel, Mario, Antonio, Salvador y Gloria Menéndez Romero fueron publicadas en sus respectivas notas necrológicas o bien en los resúmenes anuales correspondientes al año de su defunción y la de Gila fue publicada en la nota aquí transcrita y subida a otro blog en su momento.

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